El Algeciras se impone tanto en el juego como en el marcador a un conjunto azulillo lastrado por su pésima defensa
El fútbol tiene lógicas palmarias. Suele ganar el que mejor juega con la pelota. Y no es una cuestión de quién la tiene o la toca más. Es una cuestión de quién la pasa mejor. Y en eso el Algeciras ha sido infinitamente superior al Linares en Linarejos. Por estar más trabajado para ello, por saber esperar sus momentos para batir a Nauzet y por una defensa -la azulilla- que hace aguas.
El Linares está lastrado, hipotecado, condenado al infierno del descenso por culpa de una zaga pésima. Solo se salva, un chaval de 19 años, criado en la cantera, por nombre Antonio Jesús Cañete. Hace lo que debe, sin más complicaciones. El resto son futbolistas de inferior categoría a los que les tiemblan las piernas cuando se miden en el cuerpo a cuerpo con jugadores más rápidos y desequilibrantes que ellos.
Por tercer partido consecutivo, el rival de turno marcó nada más comenzar el partido. En esta ocasión fue Almenara el que sacó a relucir todas las vergüenzas de una defensa endeble, sin alma.
Con un gol a favor nada más empezar el partido, el Algeciras, un equipo con empaque y que sabe a lo que juega, se limitó a controlar el tiempo del partido y del juego.
Ante dos equipos que apuestan por la presión adelantada, suele imponerse el que mejor juega con el balón. Y el Algeciras en esto le dio un repaso al Linares. Se quedó el equipo de Alberto González en la gaseosa de su explosiva puesta en escena. Intentar robar a todo trapo en las inmediaciones del área visitante. Ahí se quedó varado, incapaz de ligar dos pases que le dieran respiro.
Como si jugara en casa -con afición incluida-, el conjunto de Iván Ania remató al Linares en un inocente penalti de Cañete que transformó Tomás a los 35 minutos. Y, por si faltaba poco, hundió definitivamente a la grada de Linarejos poco antes de llegar al descanso con el tercer tanto, obra de Álvaro Romero, también de pena máxima.
Tras el paso por los vestuarios, el Linares, consciente de su delicada situación, se lanzó al ataque en busca de maquillar el electrónico, pero fue incapaz de generar verdadero peligro sobre la meta de Iván Crespo, por momentos, un espectador más.
El Algeciras, que ha puesto velocidad de crucero, no quiso hacer más sangre de su adversario. Quizá por empatía. Lo mejor fue la ovación que el público -local y visitante- brindó a Álvaro Romero cuando fue sustituido. Poco después, Nando Copete tuvo la ocasión de marcar, pero se encontró a un Iván Crespo inspiradísimo.
Poco o nada se puede sacar de positivo del encuentro, salvo que existe margen de mejora y que todavía queda un mundo para acabar el campeonato. Ya saben, mal de muchos, consuelo de…
Ficha técnica
Linares: Nauzet Pérez, Dani Perejón, Cañete (Carracedo, minuto 46); Andriu (Josema, minuto 46); Barbosa, Marc Castells (Sanchidrián, minuto 46); Fran Lara, Rodri, Fran Carnicer (Meléndez, minuto 46); Hugo Díaz e Ion Etxaniz (Nando Copete, minuto 75).
Algeciras: Iván Crespo; Almenara, Robin, Mariano, Tomás, Borja Fernández, Víctor López (Morilla, minuto 87); Iván Turrillo (Villapalos, minuto 79); Roni (Campaña, minuto 87); Álvaro Leiva (Peris, minuto 80) y Álvaro Romero (Mena, minuto 66).
Goles: 0-1 Minuto 1: Almenara. 0-2 Minuto 35: Tomás, de penalti. 0-3 Minuto 41: Álvaro Romero, de penalti.
Árbitro: Rubén Ruipérez Marín, del Comité Técnico de Castilla-La Mancha. Amonestó a los locales Barbosa, Castells, Cañete y Hugo Díaz y a los visitantes Robin, Almenara y Villapalos. Expulsó por doble amarilla a Carracedo en el minuto 90.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la octava jornada de Liga en el Grupo II de Primera RFEF, disputado en el Municipal de Linarejos, con más de 3.000 espectadores en las gradas, con nutrida presencia de seguidores algeciristas. Se guardo un minuto de silencio en memoria del exjugador del Algeciras Juan Antonio García León.
CRONICA CEDIDA: EL OBSERVADOR