El Linares Deportivo está dando una auténtica lección de compromiso y pasión en este inicio de temporada. La campaña de abonados ha despertado el entusiasmo entre la afición azulilla, que no ha dudado en acercarse a la tienda oficial para renovar su carnet o hacerse socio por primera vez. Aunque el club aún no ha comunicado de manera oficial el número exacto, en redes sociales ya se habla de una cifra que roza los 1.500 abonados, un dato más que esperanzador dado el contexto actual.
Un Linarejos en obras, pero con ilusión intacta
Este año, debido a las reformas en el Estadio Municipal de Linarejos, los partidos se disputarán con solo tribuna alta, tribuna baja y fondo gol disponibles. Una limitación importante, pero que no ha frenado el impulso de la hinchada. De hecho, se espera que el número de abonados pueda alcanzar los 2.000, algo extraordinario tratándose de una categoría como Segunda Federación.
La fidelidad del aficionado está saliendo a relucir en un momento en que el club más lo necesita. Los seguidores saben que esta temporada se perderán taquillas clave como los enfrentamientos ante Real Jaén, Almería B, Recreativo de Huelva o Xerez CD, lo que afectará directamente al presupuesto de la entidad. Además, la ausencia en la Copa del Rey ha privado al Linares de ingresos importantes y del foco mediático que tanto beneficia.
Rumores, fichajes y exigencias desde la grada
La expectación no solo se vive en las taquillas: los fichajes ya anunciados y los rumores de nuevos refuerzos están elevando el optimismo. La afición pide un esfuerzo económico extra a la directiva y al consejo de administración para incorporar un mediocentro y un delantero que apuntalen la plantilla. Saben que el presupuesto es ajustado, pero confían en movimientos inteligentes: jugadores libres o cesiones de equipos de Primera División, como ya ocurrió con Fermín, cedido en su día por el FC Barcelona y que dejó una grata impresión.
Un club, una ciudad, una pasión
Linares respira fútbol, y el Linares Deportivo lo sabe. Esta campaña de abonados demuestra que la conexión entre el club y su gente sigue intacta, incluso en tiempos difíciles. Los azulillos tienen claro que la clave está en seguir creyendo y apoyando, en construir desde la ilusión y en llenar cada rincón de Linarejos con el aliento de su fiel afición.