El balonmano en Linares, al borde de la desaparición

La falta de entrenadores amenaza la continuidad del equipo juvenil y alevin, mientras se espera una respuesta en agosto.

Linares, ciudad de tradición deportiva, ha vivido momentos brillantes en el balonmano… y también silencios prolongados. Tras años de ausencia en las categorías nacionales,  Javier Suárez fue figura clave y apasionado del deporte quien reactivó el balonmano en la ciudad, devolviéndole vida y sentido a una disciplina que parecía olvidada.

Actualmente, el único equipo en activo entrena en el Colegio San Agustín. Sin embargo, su continuidad está en duda. La falta de entrenadores cualificados ha puesto en jaque el proyecto. Porque en balonmano, como en cualquier deporte serio, no basta con reunir jugadores: se necesita formación, liderazgo y compromiso técnico.

Hace no mucho, Linares contaba con un equipo juvenil que alcanzó un nivel competitivo notable. Participaron en una liga local que dejó huella, y tres de sus jugadores fueron fichados por un equipo profesional. Pero ese éxito trajo consigo una crisis: la marcha de los más destacados desmotivó a los que quedaron, y el equipo se disolvió.

Hoy, esos mismos jóvenes ya en edad de bachillerato siguen teniendo un nivel que podría competir perfectamente en Andalucía. Se les ha convocado para entrenar este mes de agosto, con la esperanza de que vuelvan a formar equipo. Hay partidos amistosos previstos contra Pozoblanco y Granada, que podrían marcar el rumbo del futuro, segun nos comenta diregentes del club .

«El problema no es la falta de jugadores ni de ilusión. Es la escasez de entrenadores preparados. Javier Suarez, con formación de élite y compañeros que han sido seleccionadores nacionales, ha intentado sostener el proyecto. Pero sin apoyo técnico, es difícil mantener la estructura. El equipo alevín también está en riesgo de desaparece».

La presidencia del club la llevan Domingo y Javier Suarez,  y carmen una mujer retirada con la ayuda de padres que sueñan con ver a sus hijos crecer en el deporte. Aquí, el balonmano no se mueve por intereses económicos, sino por pasión, por comunidad, por el deseo de que Linares tenga su lugar en el mapa deportivo.

Durante este mes de agosto se sabrá si el equipo juvenil decide continuar. Si lo hacen, será el último intento por consolidar un proyecto que merece seguir vivo. Si no, el balonmano en Linares volverá a quedar en pausa… esperando que alguien, como Javier Suarez, vuelva a encender la chispa.

 

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