
Linares vuelve a figurar en el mapa del ajedrez internacional. La ciudad jiennense, sinónimo de élite durante décadas gracias a su legendario supertorneo, será desde este año sede del FIDE World Women’s Team Championship 2025, un evento que reunirá a las seis mejores selecciones femeninas de cada continente divididas en dos grupos de altísimo nivel. Los emparejamientos ya están sobre la mesa y, aunque todas las escuadras arrancan con cero puntos, el análisis previo permite entrever la dureza y el potencial espectáculo competitivo que se aproxima.
POOL A: Estados Unidos impone respeto en un grupo heterogéneo
El sorteo ha deparado un Pool A extremadamente variado, con combinados de estilos muy distintos. La gran favorita, al menos sobre el papel, es Estados Unidos (USA), que llega con una generación consolidada, con talento en todos los tableros y un ritmo ascendente en las competiciones por equipos. Su presencia garantiza enfrentamientos de alto voltaje desde la primera ronda.
El equipo FIDE, inscrito como conjunto neutral, aparece como la gran incógnita del grupo. Este tipo de alineación suele reunir a jugadoras técnicamente muy sólidas, espaciadas en el ranking pero unidas por un estilo combativo que puede sorprender a cualquier rival.
La siempre competitiva Azerbaiyán (AZE) aspira a ser la alternativa real al liderazgo estadounidense. Su estructura equilibrada entre juventud y experiencia puede convertirla en un hueso duro en las rondas clave. Por su parte, Kazajistán (KAZ) vive un momento dorado en el ajedrez femenino y sus jóvenes tableros podrían ser determinantes si se adaptan rápidamente a la presión del torneo.
El grupo lo completan Perú (PER) y España (ESP). Perú, con un proyecto de crecimiento sostenido, llega con hambre de demostrar que puede competir de tú a tú frente a potencias históricas. España, arropada por el público y motivada por competir en suelo nacional, buscará exprimir al máximo cada duelo directo para pelear por la clasificación. Su condición de local puede convertirse en un factor psicológico clave, especialmente en encuentros cerrados.
Aunque todos los equipos parten con 0 puntos, el Pool A promete igualdad y sorpresas. Cada victoria individual puede inclinar la balanza de forma decisiva en una competición donde los márgenes son mínimos.
POOL B: India, China y Ucrania en el llamado “grupo de la muerte”
Si el Pool A es equilibrado, el Pool B es directamente una declaración de fuego: tres de las grandes potencias mundiales, India, China y Ucrania, compartirán grupo en una primera fase que no dará respiro a ninguna selección.
India (IND) llega convertida en un coloso del ajedrez femenino. Su estructura sólida y el nivel de sus tableros superiores la posicionan como una de las máximas candidatas al título. No obstante, su camino será espinoso desde el comienzo, ya que comparte grupo con China (CHN), vigente potencia global que siempre parte como aspirante real en cualquier competición internacional.
A este dúo se suma Ucrania (UKR), un equipo que destaca tanto por su experiencia como por su capacidad para rendir bajo presión. Las ucranianas, habituales en los podios de las competiciones colectivas, serán una amenaza para cualquier rival.
El resto del grupo tampoco facilita las cosas. Georgia (GEO), país histórico en el ajedrez femenino, mantiene una tradición competitiva que siempre se traslada al tablero; sus jugadoras, disciplinadas y con un estilo muy técnico, suelen firmar actuaciones notables en los campeonatos por equipos. Francia (FRA), en pleno proceso de renovación generacional, podría convertirse en uno de los tapados del torneo, mientras que Uzbekistán (UZB) aporta ese punto fresco y agresivo que caracteriza a su joven escuela.
Con todos los equipos empezando con 0 puntos, este Pool B se perfila como el más exigente de los últimos años. Cada ronda tendrá aroma de duelo decisivo.
Linares, un escenario histórico que vuelve a vibrar
Más allá de la competición, la elección de Linares como sede añade un valor simbólico al torneo. La ciudad fue durante décadas la capital mundial del ajedrez, escenario de batallas legendarias entre campeones como Kasparov, Karpov, Anand, Carlsen o Topalov. Volver a ver a la élite internacional competir en su suelo supone casi un regreso al origen.
Las instalaciones, cuidadosamente preparadas, buscan ofrecer un ambiente de concentración y elegancia similar al de los grandes torneos del pasado, pero con un enfoque moderno que se ajusta a las exigencias actuales del mundo del ajedrez femenino.
Un campeonato abierto y lleno de incógnitas
A la espera de que comience la acción sobre el tablero, la sensación general es que esta edición del Campeonato del Mundo Femenino por Equipos llega más abierta que nunca. Con selecciones que atraviesan un momento dulce, equipos en renovación y grupos de nivel altísimo, la emoción está garantizada.
Solo queda esperar el primer movimiento. Linares, una vez más, está lista para escribir otra página dorada en la historia del ajedrez mundial.


